Wednesday, August 05, 2009

Como arena entre los dedos

Sentado en la playa mirando al mar, meto las manos en la arena y al levantarlas me llevo conmigo un puñado sobre la palma y trato de mantenerlo allí el mayor tiempo posible. Cierro fuerte los dedos para que escape más lentamente, pero la arena sigue cayendo grano a grano sin que apenas pueda evitarlo. En un goteo incesante que sólo acaba al abrir la palma de la mano y verla de nuevo vacía. Justo como cuando llegué, como antes de ver la playa y el mar. Quizá debí dejar la palma de la mano abierta. Pero entonces sé que se la hubiera llevado el viento.
Quizá sólo es que sueño el mar en mitad de los desiertos, o que aún no aprendí a vivir despierto cada día. Que cada vez tengo más la sensación de que nada de lo que haga es suficiente para mantener durante algún tiempo esas cosas o situaciones que me hacen sentir bien. A veces la vida se escapa de mis manos...
Y entonces cae irremediablemente, como arena entre mis dedos.